El fraude interno es un gasto oculto que existe en la mayoría de empresas. Puede llegar a suponer un aumento de los costes importante, por lo que llegar a controlarlo puede representar una buena ventaja competitiva para mejorar las cifras de negocio de la empresa. Y para controlarlo en necesario saber por qué motivos se dan casos de fraude. A continuación te enumeramos los principales.

El fraude en la empresa puede existir por múltiples motivos, como por ejemplo:
- Regulación o marco normativo interno deficiente (políticas de gastos, código ético, código de conducta…)
- Falta de controles internos
- Trabajadores desmotivados, disconformes, etc.
- Remuneraciones bajas, políticas de reembolsos de gastos que no se ajustan a la realidad
- Rotación de personal muy alta o muy baja
- Gestión de la documentación y del archivo inadecuada
- Existencia de efectivo, pagarés u otros tipos de activos fáciles de liquidar
Además, hay que ser consciente que los casos de irregularidades en la gestión de los gastos que no se detecten tendrán tendencia a repetirse, por la falta de consecuencias. Y en ciertas ocasiones, los que sí sean descubiertos evolucionarán y se adaptarán para intentar sortear controles y demás. Por eso, los mecanismos de prevención y detección también deben evolucionar, ser revisados periódicamente, para lograr un control más firme y minimizar los casos de fraude en la empresa.
Estas condiciones pueden provocar situaciones propicias a la aparición de casos de fraude interno de varios tipos o categorías, que se pueden clasificar de varias formas, por ejemplo:
- Intercepción: efectuar cobros antes de su registro
- Sustracción: efectuar cobros después de su registro
- Desviación: desviar un desembolso legítimo hacia otro destino
- Distorsión: modificar los estados financieros, ya sea para ocultar otros fraudes o por querer inducir al engaño por algún motivo
- Desfalco: apropiarse de valores o fondos que se tenía a cargo en razón de la posición en la empresa.