En los departamentos financieros, el controller financiero es una figura en auge, cada vez más cotizada. Desde hace un tiempo, se ha notado un aumento de la demanda de perfiles profesionales de este tipo. ¿Pero qué es exactamente un controller financiero y qué funciones realiza en la empresa?
La tarea principal del controller financiero es la de gestionar y supervisar la contabilidad y la información financiera de la empresa. Pero no hay que confundir este cargo con el de contable: no se trata de realizar los apuntes contables, sino de supervisar y analizar los controles internos para extraer información útil y de calidad para la toma de decisiones estratégicas de la dirección de la empresa. Además, también tienen que crear políticas y procedimientos contables, para obtener información actualizada y de calidad, y crear y seguir el cumplimiento y la evolución de los objetivos, sobre todo en cuanto a presupuesto, de las diferentes áreas, proyectos, departamentos, etc. de la compañía.
Por lo tanto, se trata de un cargo que tiene influencia en cuanto al rumbo de la empresa y a las operaciones que se ponen en marcha. Por eso tiene un rol de coordinador entre la dirección de la sociedad y el departamento financiero, pero también hace de enlace entre abogados, los departamentos contables de los socios de la empresa o incluso con las entidades bancarias con las que la sociedad opera.
Es por esto que un buen controller financiero debe ser una persona capaz de asumir responsabilidades, con dotes de comunicación, meticulosa, que tiene que conocer la empresa a la perfección. No es de extrañar que, según un estudio de Adecco, en este sector sea el perfil más cotizado este año 2015, con una posición cada vez más importante dentro de las empresas y más demandada en asesorías de tipo financiero.
