La mala planificación, pérdidas por robos o mala gestión de riesgos, poca información, presupuestos desajustados son algunos de los errores que un controller espera no encontrar en su empresa. Controller financiero ¿te atreves a descubrir otros?
La misión de un controller es realizar un buen control de gestión de la empresa. Sí, es obvio. Pero aunque a grosso modo las funciones de un controller son la supervisión, análisis, planificación y toma de decisiones estratégicas, a continuación desenmascaramos los principales errores que como controller puedes cometer.
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Se producen pérdidas económicas por robos o mala gestión de riesgos. Es decir, hay alguno de nuestros mecanismos de control de la gestión financiera de la empresa que no han funcionado correctamente, con consecuencias evidentes.
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No se planifica, por lo que se tomamos decisiones erróneas de crecimiento, de inversiones o de financiación; o se produce descoordinación entre departamentos y personas.
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Detectamos problemas en las rutinas de trabajo de nuestro equipo porque no se utilizan técnicas que fomenten la participación de personas, no se las incentiva adecuadamente, lo que genera desmotivación.
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No elaboramos presupuestos o los presupuestos utilizados están mal confeccionados, con lo que se producen desajustes y mala utilización de los recursos.
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No se dispone de información de costes o la información disponible es errónea, con lo que tomamos decisiones equivocadas de precios de venta o de descuentos.
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No analizamos correctamente la información disponible.
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No se controlan las desviaciones de los presupuestos, por lo que no tomamos a tiempo medidas correctivas.
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La información periódica sobre la marcha de la empresa es errónea o se genera con mucho retraso, con lo que no podemos realizar una correcta valoración de lo que está pasando.
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Hay un exceso de información. A menudo duplicada o triplicada, pero faltan datos clave. Eso nos impide tomar a tiempo medidas que permitan optimizar la marcha de la empresa.
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1El sistema de control de gestión que hemos diseñado es demasiado complejo, con lo que es menos eficiente y más propenso a que se produzcan errores.
¿Cómo evitarlos?
Para evitar estos errores, que seguro que te han puesto los pelos de punta, es muy importante el control. De hecho las actividades de control se pueden clasificar en controles preventivos, antes que curar mejor prevenir, o controles detectivos.
¿Cuáles escoger? es una pregunta difícil de responder. Habitualmente esta decisión no le corresponderá al controller, sino al director financiero, que suele optar por una mezcla de los dos. Y es que los controles preventivos evitan que se produzcan los errores y los detectivos permiten tener una mayor seguridad sobre el funcionamiento global.
La importancia del trabajo en equipo
El concepto de controller, controlador, en ciertos países tiene mala prensa. Y es que es habitual que el controlador se asocie a connotaciones negativas. Hay diversas versiones sobre el origen del término controller. Entre ellas cabe destacar la que se sitúa en el siglo XII cuando en Francia existía el contreroullour que era la persona que custodiaba un duplicado de las cuentas.
Hasta el s.XXI el concepto ha ido evolucionando hasta la figura actual. Aunque sí es cierto que es muy importante que el controller sea una persona con habilidades técnicas (conocimiento del sector, de la empresa, de contabilidad y gestión), pero también con habilidades como la capacidad de diálogo, de trabajo en grupo, gestión del tiempo, entre otras.
En conclusión, para realizar un control de gestión eficiente el controller debe forjar unos lazos de diálogo con el equipo, por una parte, y, por otra, contar con el total apoyo de la dirección, y en especial del director financiero. Y es que el controller necesita el consenso y la colaboración para lograr los mejores resultados.