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Qué NO es una ventaja competitiva

Gestion empresarial timer 3 min.
Myriam Zanatta

Como ya sabes, para cualquier empresa es imprescindible tener al menos una ventaja competitiva. Pero no siempre se utiliza correctamente este término, y muchas compañías acaban creyendo que sí tienen su ventaja competitiva cuando no es así. A continuación te mostramos ejemplos de ventajas competitivas que no lo son en realidad, y te explicamos por qué.

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1. Tener muchos datos

Muchas empresas se esmeran por recabar cuantos más datos mejor sobre su clientela para conocerla mejor y lograr una ventaja competitiva. Pero los datos no son ninguna ventaja, lo importante es qué se hace con ellos. Es importante hacer un análisis que vaya más allá de la simple estadística: hay que buscar interrelaciones y patrones que realmente permitan mejorar el servicio o producto, la experiencia del cliente, etc., es decir, Data Mining.

2. Ser mejor que la competencia

Siempre tendimos a compararnos con la competencia, y llegar a ser el mejor a menudo es visto como una ventaja competitiva. Pero ser el mejor, por ejemplo, en un mercado mediocre no significa nada. La auténtica ventaja está en superar las expectativas del cliente, ya que de lo contrario, éste no quedará satisfecho.

3. Ofrecer calidad

En la misma línea del punto anterior, ofrecer a los clientes un producto o servicio de calidad es una obligación de la empresa, un requisito si quiere sobrevivir en el mercado, nada más.

Qué NO es una ventaja competitiva

4. Ofrecer variedad

Ofrecer un gran surtido no es malo per se, pero puede llegar a serlo si no es lo que busca el cliente. A veces nos entestamos en ofrecer más y más variedad que a la hora de la verdad solamente interesará a un porcentaje muy reducido de clientes, y no será rentable. Por ejemplo: ¿Es rentable para una pastelería ofrecer 100 tipos distintos de dulces, si el 95% de los clientes solo compran entre los 20 tipos más populares?

5. Ser innovador

En sí, la innovación no es una ventaja competitiva, es una necesidad para que la empresa no se acabe estancando y poco a poco muriendo. Lo que sí es una ventaja competitiva es la velocidad a la que se es capaz de innovar. Saber adaptarse rápidamente a las novedades del sector y de la sociedad, ser novedoso en todas las facetas del negocio: producto, procesos, etc., para no ser el último.

6. Estar presente en internet

En pleno signo XXI, en la era de la información inmediata, tener presencia en la web y/o en las redes sociales no es una ventaja. Estar no basta, es muy importante cuidar las formas, no hacer nada porque sí, o por moda, sino tener un plan de comunicación con una gestión profesional para sacar el máximo rendimiento a esta presencia y así convertirlo realmente en una ventaja.

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